miércoles, 28 de octubre de 2009

I believe




I found this creed in the program Handbook of the master in Journalism in the University of Missouri. Since now, i believe the same.



I believe in the profession of journalism.
I believe that the public journal is a public trust; that all connected with it are, to the full measure of their responsibility, trustees for the public; that acceptance of a lesser service than the public service is betrayal of this trust.
I believe that clear thinking and clear statement, accuracy, and fairness, are fundamental to good journalism.
I believe that a journalist should write only what he holds in his heart to be true.
I believe that suppression of the news, for any consideration other than the welfare of society, is indefensible.
I believe that no one should write as a journalist what he would not say as a gentleman; that bribery by one’s own pocketbook is as much to be avoided as bribery by the pocketbook of another, that individual responsibility may not be escaped by pleading another’s instructions or another’s dividends.
I believe that advertising, news and editorial columns should alike serve the best interests of readers; that a single standard of helpful truth and cleanness should prevail for all; that the supreme test of good journalism is the measure of its public service.
I believe that the journalism which succeeds best - and best deserves success - fears God and honors man; is stoutly independent, unmoved by pride of opinion or greed of power, constructive, tolerant but never careless, self-controlled, patient, always respectful of its readers but always unafraid, is quickly indignant at injustice; is unswayed by the appeal of privilege or the clamor of the mob, seeks to give every man a chance, and, as far as law and honest wage and recognition of human brotherhood can make it so, an equal change; is profoundly patriotic while sincerely promoting internal good will and cementing world-comradeship, is a journalism of humanity, of and for today’s world.

sábado, 24 de octubre de 2009

La arepa transgénica



Los consumidores colombianos tienen derecho a saber que el producto que adquieren nació de una semilla genéticamente modificada.

La periodista francesa Marie-Monique Robin publicó un libro y documental donde le contó al mundo la historia e inquietudes que generan los productos de la multinacional norteamericana Monsanto. Esta compañía desde hace 37 años está funcionando en Colombia.


El video de la periodista es muy claro. Ni siquiera la FDA tiene certeza racional acerca de la naturaleza del producto modficado. Hoy en Colombia se venden semillas de maiz de diferentes clases que nacen en los laboratorios de Monsanto y según la periodista francesa sobran las razones para poner en duda la idoneidad de este producto.

Según la Agencia EFE una buena parte de la mayoría de los 8.600 millones de euros que facturó esta compañía nacen en Latinoamérica. No sobra recordar que esta misma empresa es la encargada de vender el glifosato, es decir, es la encargada de crear el arma en la lucha contra las drogas.

Entiendiendo el contexto social del país, donde el Presidente Uribe defiende a capa y espada todo lo que hacen los norteamericanos ( Incuidas unas bases que nadie quiere en la región) las semillas tránsgenicas también entran en este escenario. Por eso: el ciudadano colombiano tiene el derecho de saber que consume, independientemente de lo positivo o negativo de estas semillas.

martes, 6 de octubre de 2009

De acuerdo con la Federal Trade Commission

Reflexiones acerca de la participación en estrategias web.

En el último mes gentilmente algunas empresas me han llamado para hacer parte de algunas campañas de comunicación para difundir mensajes a cibernautas colombianos.

Como toda estas campañas están naciendo y nuestra red colombiana es apenas un pequeño óvulo son varias las dudas que surgen al participar en esta nuevas forma de publicidad o las implicaciones de hacer parte de estos nuevos modelos de negocio.

En vista de que nadie sabe a ciencia cierta nada y que todo lo que se haga son experimentos que pueden ser un éxito o un fracaso aporto esta reflexión.


Inicio citando la noticia de La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos quienes informaron que pedirán a los bloggers que revelen los pagos que reciben por parte de las compañias que los contactan para hacer parte de estrategias web.

Aunque todavía no se sabe a ciencia cierta como funcionará este modelo se logra intuir que a través de este medio se están escapando algunos impuestos. Por otro lado los cibernautas podrían estar siendo guiados por una nueva modalidad de publicidad que aún no es muy clara.
Esta decisión marca un precedente de protección al consumidor o de claridad en los mensajes que viajan en las redes.

No repetir viejos modelos

Internet no es un periódico ni una revista,támpoco es un programa de televisión. Aclaro este punto porque los modelos de publireportaje que se utilizaron en estos medios de comunicación, y que hoy nos inundan, están acabados, son aburridos y le quita espacio al periodismo con contenido inteligente.

Todos los días los televidentes y lectores tienen que soportar los llamados publireportajes
que se dan en todas partes. Sólo basta con mirar las secciones de farándula de los noticieros que están compuestas con noticias autopublicitarias. Así pasa en los diarios, revistas y radio. Lo grave es que el lector normal nunca se entera de que está viendo, escuchando o leyendo un publireportaje.

Me parece injusto que si voy a comprar una plancha un publireportaje o mensaje difundido en una red social me informe sobre las maravillas del producto y la información no esté equilibrada. Pero bueno, así es la vida.

Cito lo anterior porque la gran diferencia de Internet es que las personas no son borregos que se pueden llevar de acá para allá. En la red se puede dar unfollow, puede dejar de recibir los RSS de x o y portal, puede dejar de leer cierto contenido porque la información la podría ubicar en otros lugares. Acá está una de tantas diferencias con lo tradicional.

En este sentido quienes están creando este tipo de estratégias deberían pensar un poco en ello. No es trasladar la vieja escuela de los ya vejetes medios sino crear de acuerdo a unas nuevas posibilidades en un mundo donde nadie sabe nada y no está claro el panorama. Acá ninguna profesión tiene la razón: Ni el publicista, ni el ingeniero, ni el periodista, ni el sociólogo...no sabemos a que nos enfrentamos.


Me pregunto: ¿Qué tal si en estas campañas de difusión de mensajes por Internet siempre contamos la verdad?... ¿Qué tal si ponemos a hablar los cibernautas con argumentos de peso y no con complicadas estrategias de modificación de un mensaje? ¿Qué tal si ponemos por encima del fondo el contenido?. No sé.

Pensando en que los publireportajes en cierta manera dañaron el periodismo siempre que me inviten a hacer parte de alguna campaña espero aclarar a mis lectores o itinerantes visitantes que cierta información está siendo paga de alguna manera.

Por ejemplo: Cuando me invitaron a hacer parte de Digital Society me regalaron una loción... cuando Windows me invitó a probar el Windows 7 ellos gentílmente me dieron un computador por dos semanas para que probara el aplicativo y hablara de él en mi blog. Lo cual hice, sin sentirme presionado o coartado en mis opiniones como quedó en este blog registrado.... Finalmente, la gente de Microsoft muy amablamente anunció a los bloggers participantes que seríamos acreedores a una copia del aplicativo.


Teniendo en cuenta lo anterior he decido aplicar algunas reglas básicas que en mi caso pondré en práctica...si es que algún día me llaman a hacer parte de alguna estrategia web.

1. Si algún día me pagan por enviar un mensaje a través de las diferentes redes sociales a las cuales pertenezco aclararé que el mensaje es pago. Esto no quiere decir que sea aburrido, ni nada por el estilo, pero me parece justo que el lector o visitante conozca la verdad.

2. No aceptaré ningún tipo de mensaje que busque engañar al cibernauta.

3. Expondré mis ideas de pago justo a los clientes ya que ahora la moda es pagar poco y a 90 días.

4. No publicaré cosas en las que no crea o que sean contrarias a mis principios.

5. Intentaré ser lo más objetivo posible

6. Todo guión que me envien lo revisaré y si estoy de acuerdo lo publicaré.

7. Probaré y valoraré todas las campañas con emoción porque haré parte de un mundo inexplorado y con muchas cosas por crear.


Pensando en modelos de negocio para el periodismo

Que bonito vivir en una época en la que se puede pensar en modelos de negocio y en donde todo está por inventarse.



Newspaper Association of America Paid Online Content Executive Summary and Business Model -