Roald Hoffman, premio nobel de química 1981.
Aprovechando 12 minutos que me dieron logré entrevistar a un premio nobel muy especial.
Especial porque sus padres son judios y vivió dos años en el ático de un ucraniano con su madre mientras su padre era asesinado por el ejercito Nazi porque quería escapar de un campo de concentración, es decir: en su vida sufrió los rigores de la guerra, la muerte y la violencia; tres elementos que conviven en Colombia.
Especial porque afirmó categóricamente que Colombia no sabe, en la historia de su existencia, lo que es la paz.
Especial porque al comentarle sobre los níveles de inversión de los gobiernos colombianos en ciencia e investigación afirmó que es muy poco.Si esto no cambia el país nunca se industrializará.
Especial porque no creo que muchos premios nobel sepan donde queda Colombia. Sin embargo Hoffman sabe muy bien que acá se desayuna con arepa, se escucha vallenato y tenemos un pintor llamado Grau.
Y especial porque al preguntarle a este filósofo, maestro de Harvard, profesor de la Universidad de Cornell, entre otras actividades, con sinceridad me respondió que el no tenía una respuesta inteligente que darme cuando le pregunté acerca de la tragedia colombiana.
Reflexión final: Me pregunto cuántas notas periódísticas en Colombia se han hecho con entrevistas a premios Nobel, no creo que muchas. Esta premisa me hace pensar: por qué a nadie le interesa esto. Busqué y encontré que este hombre fue entrevistado en The New York Times, y varias publicaciones en el País de España. Mañana, cuando esté impreso, muy poca gente lo leerá en Colombia. Lastima. Me queda mi satisfacción personal. De pronto no es tan importante hablar con un hombre que ayudó a la humanidad a entender las reacciones químicas. Pondré posteriormente el audio.
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