martes, 16 de febrero de 2010

El día de la señal

Vickida Vila, a sus 98 años, anunció en el noticiero de televisión que el robot PI - 314 había sido capaz de manejar un computador. Lili, experta en filología y literatura hebrea, sintió frio cuando escuchó la noticia y de inmediato buscó un computador para seguir el prótocolo que habían desarrollado para afrontar la delicada situación.

Por su parte, un grupo de ciudadanos de todas partes del mundo, entre ellos algunos colombianos, repitieron la acción de Lili. Ellos también sabían lo que sucedería luego de que se diera a conocer que los robots ya eran capaces de manejar otras máquinas.

Las acciones que debían realizar luego de la terrible noticia eran conocidas gracias a un trabajo mundial de expertos, quienes lograron descifrar los mensajes de Theodore Kaczynski. Este profesor de la Universidad de Harvard, en la mitad de los años 70, estudió el comportamiento de la humanidad y concluyó que el desarrollo, en vez de traer beneficios a las personas, terminaría acabando la raza humana.

El matemático de Harvard, al entender el mundo en el que viviría enloqueció e inició un ataque en serie contra los científicos que él creía eran los culpables de la situación y en medió de la tensión escribió el Unabomber's Manifesto, una especie de compendió de ideas que luego de estudios exegéticos y cabalísticos otorgó a la humanidad, en el futuro, una especie de guía para afrontar el advenimiento de los robots y sus intenciones satánicas.


La situación no era nada fácil. Se creía que luego de emitirse la noticia sería cuestión de días, sin embargo, no se tenía muy claro cuándo sería la llegada de las máquinas a la ciudad de Bogotá. Por eso Lili, y los miembros de La Comunidad, debían moverse rápido si su deseo era sobrevivir al control de los los poderosos androides.

El mundo entero conoció la noticia en horas de la mañana gracias al robotino CEO de Micro-Apple. Esta compañía desde hace varios años ya estaba siendo dominada por robots. Quizas era cuestión de horas, días o quizas meses para que los robots finalmente controlaran a la humanidad.

Afortunadamente, Lili, y los miembros de La Comunidad, ya estaban listos y gracias a una red social que nadie utilizaba ( Twitter) crearon una serie de códigos para comunicarse y tratar de escapar a las montañas o ir en busca de sitios donde la temperatura fuera superior a los 40 grados. Investigadores de la Universidad Nacional, miembros de La Comunidad, habían descubierto que las máquinas no podrían llegar a sitios de la geografía colombiana como Pailitas,en el departamento del Cesar. Les tomaría quizas varios años desarrollar una tecnología tal que pudiera soportar el calor continuo de esos lugares.

La idea de La Comunidad, y el protocolo establecía que el escape se debería dar en camionetas Renault 12 que no despertaran ningún tipo de sospecha entre los miembros de la sociedad. El país entero, Colombia, se negó a creer lo que ellos intentaron decirles durante varios años. Los creían locos y los calificaron como una 'Turbamulta de ñoños' que lo único que hacían era atacar a la "gente de bien" en gavilla o tener pensamiento terroristas.


Protocolo

#Aydiogmio, eran las palabras que todos deberían anteponer antes de un mensaje de 140 carácteres que publicaban en la red social que utilizaban para comunicarse.

Lili al enteresarse de la señal escribió: " #Aydiogmio #sisupono? llegaron los #tapajetas. Salgo ya para la Puerta de Oro. En 22 minutos estaré allá". Los demás miembros de La Comunidad, quienes nunca se habían visto la cara, le dieron clic a un botón llamado RT. (RT: estoy de acuerdo con usted y le comunicaré a los demas).

Poco a poco y sin levantar sospecha el prótocolo establecido para El día de la Señal seguía su curso. Quizas, si todo salía bien, dentro de pocas horas estaría tomando la vía a Zipaquira y luego la Troncal del Caribe, que sería la vía de escape. Todos sabía cómo escapar, pero ninguno sabía que pasaría luego.

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